QUIMERAS DE SOLEDAD

QUIMERAS DE SOLEDAD Un dibujo en el agua de la memoria va forjando tinieblas de soledad, en la orilla del olvido de los sentidos con los parpados cerrados y suspiros de sombra. Como agujas de cristales rotos y saetas envenenadas se va clavando en lo más profundo, sin dejar resquicio para la complacencia. Acusador el paso del tiempo que no permite borrar las huellas de las desventuras. Surcos áridos que ni la lluvia moja. Pavesa que va calcinando el entendimiento y ennegreciendo las entrañas. Espejo que no refleja la amargura de los sueños que mueren en la nostalgia. Aflicción del alma por esa conversación pendiente que nunca se producirá. Limaduras de añoranza de lo que no ha de volver. Y la certidumbre de que las telarañas del tiempo dibujaran una leyenda que triunfará sobre el recuerdo. R.Bersabé

SU MEJILLA FRÍA

SU MEJILLA FRÍA Vencida flor de su mejilla fría, efluvios del espliego y los jazmines diáfana fuente, arroyos cantarines, vida que por sus cauces se perdía. Anhelos que profana la agonía, lívido crisantemo, albos jardines, atenuando el color entre maitines como restándole la luz al día. Agotada, buscando su retiro en su dolor, las fuerzas ya vencidas enfrentada a la muerte pretenciosa. En sus labios el último suspiro al caer de sus manos doloridas el pétalo marchito de una rosa. R: Bersabé

DÉCIMA PARA YOLANDA

YOLANDA La niña que tanto quiero mi tesoro más preciado el corazón me ha robado con su quehacer lisonjero. Es para mí lo primero, ¡Es todo un primor Yolanda! Huele su pelo a lavanda y de azúcar son sus ojos. Le consiento sus antojos ¡Y hasta en mi voluntad manda! R. Bersabé